lunes, 15 de julio de 2013

Factor Sorpresa

Uno de los elementos que más potencia pueden dar a una presentación es el de introducir algo inesperado ya sea en las formas, materiales, o las palabras elegidas. ¿A quién no le gusta una buena sorpresa?
 

 Cuando asistimos a un a presentación solemos tener unas expectativas bastante definidas de lo que va a ocurrir. Quién va a hablar, qué va a decir, incluso podemos aventurarnos al cómo va a hacerlo. Así pues, el intruducir un elemento que rompa con ese patrón preestablecido contribuirá tanto a que la audiencia se enganche como al impacto del mensaje.

¿Cómo hacerlo? A continuación te apunto algunas ideas:

Actitud transgresora. Piensa en las presentaciones estándar que se realizan en tu contexto y planteate un objetivo: cambiarlas. ¿Hasta que punto? depende del contexto, algunos foros te permitirán ser más transgresores y en otros más vale no pasarse de frenada porque el impacto podría ser diferente al esperado. Eso sí, cuando pienses en qué hacer no te pongas límites, deja la tijera para más tarde.

Diapositivas sorprendentes. Cada organización otorga un  mayor o menor grado de libertad a la hora de preparar una presentación corporativa (estructura, plantilla, imagen corporativa...). Aprovecha el grado de libertad del que dispongas para intorducir elementos sorprendentes respetando las reglas esenciales. Por ejemplo, reduce la cantidad de texto escrito, sustituye frases por imágenes, cambia afirmaciones por preguntas...

Introduce actividades. Normalmente una presentación suele pecar de unidireccional con un turno de preguntas como única licencia al diálogo. Este es el punto en el que más puedes sorprender y con más probabilidades de impactar a tu audiencia. En función del contexto, introduce algún tipo de dinámica, ejercicio, demostración... que permita a tu público participar. Algunas ideas menos transgresoras para introducir acción a la presentación es formular preguntas directamente a la audiencia, hacer una encuesta a mano alzada, entregar algún tipo de gadget durante la presentación (vg targeta con los puntos clave), o construir las conclusiones en grupo.
 
Todo en su justa medida. Como decía al hablar de la actitud transgresora, si bien es cierto que nuestro objetivo es causar un impacto, también lo es que queremos hacerlo en positivo. Así pues, una vez te has dado toda la libertad a la hora de pensar en qué hacer, antes de llevarlo a la práctica conviene visualizar cómo sería el resultado y realizar los ajustes necesarios a la idea original para no convertirnos en kamikazes.

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