miércoles, 9 de abril de 2014

Vamos por partes

El método del caso resulta muy útil para poner en práctica metodologías aprendidas ya que podemos analizar situaciones concretas, plantear para ellas una solución desde el modelo que se está trabajando  y comprobar qué sucedió en ese escenario real. 

Su principal limitación es que los participantes disponen de toda la información cuando en el "mundo real", además de ser dinámico, no siempre la tenemos. ¿Cómo podemos superarlo? Troceando en caso.

Toma un caso de los que ya utilices. Agrupa las piezas de información que en él se dan por áreas temáticas (personajes, entorno, relaciones entre personas, productos, estudios, datos económicos....) y añade nuevas piezas para esas y otras categorías que pudieran actuar como distractores. Construye un enunciado general con información suficiente para tomar una decisión, pero no la correcta en relación al modelo que estamos trabajando. El resto de información (necesaria o en exceso) tenla en hojas separadas.

¿Cómo procederemos? Entrega a los participantes (individualmente o por grupos) la descripción general, plantea la tarea/cuestión a resolver y que si necesitan más información te la pidan de forma explícita y específica. Como ya estarás imaginando conforme trabajen el caso entregarás las hojas con los datos solicitados.


Además de los beneficios propios del método del caso, esta forma de trabajar  nos aporta:

1.- Complejidad a la tarea

2.- Realismo. Tendremos un exceso y/o defecto de información que se va a tener que gestionar.

3.- A partir de los datos extra que nos pidan podremos ver si se ha comprendido realmente el modelo, si se está sesgando la toma de decisiones sobre una variable...

4.- Dinamismo.