jueves, 15 de noviembre de 2012

Convénceme de...

En un juego de rol, muchas veces nos encontramos con que los participantes tienen la tendencia a actuar como lo hacen siempre y que ponen en práctica poco de lo trabajado durante el curso. Esta resistencia se acentúa en grupos con gente experimentada y aún más si los escenarios o casos elegidos reflejan claramente su contexto real de trabajo, como por ejemplo, solicitar a un agente de seguros que te venda una póliza.

Una forma que nos permite impedir que se actúe por automatismos y ayudar a que los participantes practiquen sus nuevos recursos, es utilizar como base del juego rol una tarea que no sea aquélla para la que se estén formando, si bien es cierto que precise de las mismas destrezas para llevarla a cabo.

Por ejemplo, en mis cursos de ventas o negociación nunca pido a los participantes que me vendan un seguro, ni siquiera les pido que me vendan otro objeto, simplemente les pido que me convenzan de algo. Para ello dispongo de tarjetas con diferentes enunciados (vg. convénceme de hacer un curso de paracaidismo o de presentarme a presidente de la comunidad de vecinos, o de...) , tomarán una al azar y ya os podéis imaginar cómo continua el ejercicio.




jueves, 1 de noviembre de 2012

El tamaño importa

¿Cómo podemos hacer que un ejercicio individual se transforme en un trabajo de grupo y que además podamos explotarlo continuamente durante la sesión formativa? Utiliza el "gran formato".

Seguramente, para tus sesiones de formación dispones de muchas plantillas para que, individual o grupalmente, los participantes plasmen una reflexión, resuelvan un ejercicio, contesten un test de conocimientos, etc. Si en lugar de utilizar un folio las preparas en una hoja de papelógrafo las posibilidades del mismo ejercicio se multiplican:

  1. Puedes trabajar en grupo una tarea originariamente individual.
  2. Puedes solicitar a los participantes que utilicen la hoja como "diapo" para presentar al resto del grupo sus conclusiones.
  3. Puedes colgar las hojas completadas en la sala para que las ideas estén presentes en todo momento.
  4. Puedes ir a ellas para repasar los contenidos o responder una pregunta que te hayan planteado.
  5. Puedes introducir movimiento colgando las plantillas con el ejercicio a resolver en diferentes puntos del aula y que los participantes deban levantarse e ir de unas a otras para completarlas.
  6. Puedes pedir que se rectifiquen, modifiquen o amplíen tras introducir un nuevo contenido...