lunes, 2 de mayo de 2016

Despegue, vuelo, aterrizaje

Uno de los principales retos de cualquier acción formativa, es que aquello que se ha trabajado en el aula se acabe apicando en el día a día. Si bien la famosa resistencia al cambio es una de las variables que más influyen en ello, también es cierto que las acciones formativas que diseñamos no siempre son las mejores para vencerla. Hoy os presento una estructura de acción formativa que facilita esta misión: Despeguar-Volar-Aterrizar.

En primer lugar necesitamos despegar, con ello me refiero a entrar en contacto con el punto real en el que nos hallamos en el momento de la formación, valorar el GAP real entre éste y nuestro punto de destino y comenzar a dejar atrás aquello que precisamos cambiar.

Para ello podemos hacer un ejercicio en el que los participantes tengan que efectuar la tarea/habilidad en cuestión del mismo modo en que lo hacen ahora, por ejemplo, si estamos en un contexto de técnica de venta hacer un role play sobre una entrevista comercial. Tras el ejercicio comentaremos cuáles son las dificultades o limitaciones del modo de proceder acutal.

Tras el despegue viene el vuelo, esto es separarnos de lo que veníamos haciendo para sustituirlo por el nuevo proceso o metodología. Conocerlo, asimilarlo y practicarlo.

Para ello podemos presentar nuestro modelo apalancándonos en las dificultades del procedimiento actual comentadas por el grupo que serán solventadas o reducidas por el nuevo, y a partir de aquí realizar una práctica a poder ser desligada a su entorno habitual. Por ejemplo, que nos vendan algo que no tenga nada que ver con los productos que comercialicen habitualmente siguiendo el nuevo esquema de actuación. El hecho de desligarlas aquí de su contexto estándar es para facilitar que ejecuten las nuevas acciones y no tiendan a replicar lo que ya venían haciendo.

Finalmente, tenemos que aterrizar lo trabajado a su entorno real. Para ello podemos proponer dos tipos de actividades. En primer lugar abrir el debate sobre qué ha sucedido en la práctica anterior y cómo trasladar ese proceder a su día a día, y tras ello proponer una nueva práctica, ahora sí, contextualizada cien por cien en el entorno en el que lo trabajado será aplicado.