miércoles, 15 de mayo de 2013

¡¡ Magia !!

Imagina que necesitas introducir en tu sesión de formación algo breve, que genere expectación y que permita terminar con una metáfora o estructura potente para anclar la idea clave que deseas transmitir. ¿Por qué no un truco de magia?
 
En nuestros últimos cursos estamos introduciendo números de mentalismo para mostrar que seguir nuestra intuición a nivel comercial es muy útil y cuyo riesgo tiende a cero dado que, de no ser acertado lo que nos decía nuestro olfato, al menos hemos encontrado una línea de argumentación que deberíamos evitar a la hora de presentar el producto.
 
También utilizamos el truco de unir dos clips que estaban separados simplemente estirando de los extremos de un billete para ilustrar que para conseguir el dinero es imprescindible unir nuestra propuesta con las necesidades del cliente.
 
Ambas experiencias funcionan, así que, busca en internet trucos de magia (hay multitud de ellos, algunos requieren mucha habilidad, otros menos y muchos ninguna) aprende un par, añade una metáfora potente y llena de magia el aula.
 
Para despedirme agradezco vuestra comprensión por el hecho de que comparta mis trucos de formador y no los de mago.

jueves, 2 de mayo de 2013

Emoción y Compromiso



El cómo cerremos un curso es una de las claves para que todo lo que hayamos trabajado durante el mismo tenga sentido y se pase a la acción. Se trata de un momento en el que crear un clima positivo, incluso de cierta euforia, resulta imprescindible para lograr eso a lo que llamamos retorno
 
Existen muchas forma de hacerlo, con un juego, con la entrega de diplomas o premios, resolviendo una última tarea... con mi equipo hemos explorado múltiples opciones de cierre y ha sido este año cuando hemos dado con una fórmula que conjuga lo que para nosotros son los elementos clave: emoción y compromiso.
 
Solicita a los participantes que formen un círculo en la sala con sus sillas e intégrate en él como uno más. Indica que es un momento muy importante, agradece el esfuerzo colectivo y a partir de ahí repite con cada uno de los participantes la siguiente secuencia:
 
1.- Pregunta qué se ha llevado del curso.
 
Invita a reflexionar sobre lo que se ha puesto encima de la mesa y que destaque qué se lleva personalmente. Si has abierto el curso con alguna dinámica para conocer sus expectativas recuerda lo que dijeron entonces. En este punto es importante que las respuesas sean concretas, tangibles y no sensaciones etéreas. Para ello utiliza instrucciones del tipo "De todo eso, dime al menos una cosa específica" o "Muy bien, ¿Puedes darme ahora algo que pueda tocar?".
 
2.- Ensalza una cualidad del participante.
 
Mírale a los ojos y comúnicale de forma honesta alguna cualidad o competencia que destacarías del participante y que se haya podido observar durante las sesiones. Para ello es imprescindible que desde el mismo inicio del curso observes las virtudes de cada componente del grupo y vayas tomando nota de ellas (todos tenemos algo bueno, sólamente hay que buscarlo). Vas a comunicarle qué te llevas de él o ella, por lo que para que tenga efecto tendrás que ser específico, que lo pueda tocar. Utiliza fórmulas como "Yo también me voy a llevar algo de tí..." o "Permíteme que te robe un poco de tu..." y acompáñalo de comportamientos o respuestas de esa persona que ejemplifiquen la cualidad que estás destacando.
 
3.- Proponle un reto.
 
Ponle "deberes", ya sea en forma de una acción concreta, un pequeño cambio o simplemente que reflexione al final de un día sobre cómo ha actuado en referencia a lo que hemos trabajado durante el curso y que comparta contigo esta reflexión ya sea por email o mediante una llamada. En este punto puedes ser directivo o solicitar al participante que se plantee su propio reto. Ayúdale a que sea algo específico y tras ello reformula el compromiso  y pregúntale ¿Cómo sabremos que lo has hecho?. Una vez cerrado el reto solicita un aplauso de reconocimiento.