jueves, 2 de mayo de 2013

Emoción y Compromiso



El cómo cerremos un curso es una de las claves para que todo lo que hayamos trabajado durante el mismo tenga sentido y se pase a la acción. Se trata de un momento en el que crear un clima positivo, incluso de cierta euforia, resulta imprescindible para lograr eso a lo que llamamos retorno
 
Existen muchas forma de hacerlo, con un juego, con la entrega de diplomas o premios, resolviendo una última tarea... con mi equipo hemos explorado múltiples opciones de cierre y ha sido este año cuando hemos dado con una fórmula que conjuga lo que para nosotros son los elementos clave: emoción y compromiso.
 
Solicita a los participantes que formen un círculo en la sala con sus sillas e intégrate en él como uno más. Indica que es un momento muy importante, agradece el esfuerzo colectivo y a partir de ahí repite con cada uno de los participantes la siguiente secuencia:
 
1.- Pregunta qué se ha llevado del curso.
 
Invita a reflexionar sobre lo que se ha puesto encima de la mesa y que destaque qué se lleva personalmente. Si has abierto el curso con alguna dinámica para conocer sus expectativas recuerda lo que dijeron entonces. En este punto es importante que las respuesas sean concretas, tangibles y no sensaciones etéreas. Para ello utiliza instrucciones del tipo "De todo eso, dime al menos una cosa específica" o "Muy bien, ¿Puedes darme ahora algo que pueda tocar?".
 
2.- Ensalza una cualidad del participante.
 
Mírale a los ojos y comúnicale de forma honesta alguna cualidad o competencia que destacarías del participante y que se haya podido observar durante las sesiones. Para ello es imprescindible que desde el mismo inicio del curso observes las virtudes de cada componente del grupo y vayas tomando nota de ellas (todos tenemos algo bueno, sólamente hay que buscarlo). Vas a comunicarle qué te llevas de él o ella, por lo que para que tenga efecto tendrás que ser específico, que lo pueda tocar. Utiliza fórmulas como "Yo también me voy a llevar algo de tí..." o "Permíteme que te robe un poco de tu..." y acompáñalo de comportamientos o respuestas de esa persona que ejemplifiquen la cualidad que estás destacando.
 
3.- Proponle un reto.
 
Ponle "deberes", ya sea en forma de una acción concreta, un pequeño cambio o simplemente que reflexione al final de un día sobre cómo ha actuado en referencia a lo que hemos trabajado durante el curso y que comparta contigo esta reflexión ya sea por email o mediante una llamada. En este punto puedes ser directivo o solicitar al participante que se plantee su propio reto. Ayúdale a que sea algo específico y tras ello reformula el compromiso  y pregúntale ¿Cómo sabremos que lo has hecho?. Una vez cerrado el reto solicita un aplauso de reconocimiento.
 
 
 

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