martes, 3 de diciembre de 2013

¿Qué medimos?

 
Uno de los debates más extendidos dentro del mundo de la Formación está relacionado con las métricas a utilizar para valorar la acción implantada. ¿Es necesario medir la satisfacción? ¿Cómo la medimos? ¿Y el retorno de la inversión? ¿Utilizamos KPIs?.
 
Lo cierto es que la mayoría de herramientas de medición más utilizadas están relacionadas con la satisfacción de los participantes y en menor medida con la efectividad de la acción (si ha producido los cambios esperados) y/o el retorno de la inversión. Además, en la mayoría de ocasiones, la evaluación de la satisfacción tampoco se plantea con un indicador de carácter "universal" que permita comparar entre acciones distintas o se es autocomplaciente a la hora de establecer si, por ejemplo, un 7'5 de media es una buena nota o no.
 
Una forma de medir la satisfacción de la acción formativa y que salva las lagunas arriba descritas es la medición de los Promotores Netos (NPS). Su funcionamiento es muy sencillo, se trata de solicitar a los participantes que valoren de 1 a 10 en qué grado recomendarían el curso a otra persona.
 
Las puntuaciones se tabulan de la siguiente forma: Las valoraciones de 10 y 9 se consideran promotores, las valoraciones de 8 y 7 son neutros y el resto (6,5,4,3,2 y 1) detractores. Con esta tabla de referencia calcularemos el porcentaje de cada uno de ellos. El Indice de Promotores netos resulta de restar el porcentaje de detractores al de promotores.