lunes, 11 de abril de 2016

Escuchar, escuchar y, sobre todo, escuchar

Revisando apuntes sobre coaching me encontré con una clasificiación de los tipos de escucha y enseguida conecté con la importacia que esta herramienta tiene cuando estamos liderando un grupo de formación.

Básicamente describe tres niveles de escucha:

El primer nivel de escucha se refiere a centrar nuestra atención a esa voz que nos habla desde dentro, que suele coincidir con la nuestra y que sule decirnos cosas super interesantes. Como seguramente estarás pensando, este nivel puede ser de gran utilidad para aquéllos que se dedican a esta profesión para alimentar su ego, pero si tu objetivo es otro es necesario evitarlo.

El segundo nivel , escuchar las palabras del otro. Este tipo de escucha es algo más funcional que el anterior y consiste en centrarnos en lo que están diciendo los participantes, esto es, exclusivamente en su lenguaje verbal.

El tercer nivel es escuchar al grupo con todos los sentidos, no sólo lo verbal o lo más evidente de lo no verbal (tono, gestos...) se trata de captar también lo que dicen los silencios, el tipo de energía que hay en la sala ("buen rollo", expectación, conflicto...)... 

Debo reconocer que suena esotérico y que cuando oí hablar por primera vez de este nivel (seguramente estaba en el segundo) fui bastante escéptico. Tiempo después me atrevo a escribir que el adoptar este tipo de  escucha es una de las herramientas más útiles de las que disponemos en la sala y que su práctica tiene que ver con nuestra actitud y con abrir completamente nuestra mente además de los oídos y resto de sentidos.

PS. Escuches desde el nivel dos o desde el tres actúa en función de lo que te estén diciendo y no hagas oídos sordos. El nivel uno déjalo para tus momentos de meditación.