En esencia, Vygoski postula que en cualquier momento concreto del desarrollo el niño es capaz de hacer una serie de tareas por sí solo, otras con la ayuda de un adulto (o un igual), y otras que no será capaz de completar. A la brecha que va desde lo que no es capaz de resolver por sí solo y lo que puede realizar con apoyo le llama ZDP.
Así pues, la acción educativa consite en valorar el punto de "autonomía" en el que se halla el niño y qué sería capaz de hacer con ayuda o guía, para establecer acciones que permitan desplazarnos por esta ZDP consiguiendo que con ellas se conviertan en parte del repertorio "consolidado" .
¿Y qué tiene que ver esto con la formación de adultos? en mi opinión y desde la experiencia mucho. Si reflexionamos sobre qué hacemos (o deberíamos hacer) cuando diseñamos programas de formación, veremos que no es otra cosa que establecer un objetivo a donde llegar, una valoración del punto de partida y una selección de acciones que nos permitan alcanzarlo y consolidarlo.
Si añadimos a este estándar la reflexión consciente sobre qué podría hacer nuestro público objetivo (que no hace por sí solo) simplemente por tener la guía del formador o del resto de participantes, estaremos introduciendo el concepto de ZDP a nuestra acción y ganando en efectividad.
Algunas técnicas que nos permitirán deslizar a los participantes por sus ZDP son:
1.- La utilización de modelos de actuación.
2.- Grupos de debate.
3.- Prácticas en grupos en las que cada participante asuma un rol del proceso y además haya un observador.
4.- Actividades que incluyan feedback directo mientras se ejecuta la acción.