lunes, 18 de noviembre de 2013

Geografía (i)

Un elemento importante dentro del aula es la geografía y con ello me estoy refiriendo tanto a la configuración de la sala en sí (Forma de "U", cabaret, escuela...) como a la ubicación de los participantes en la misma o el movimiento que podamos generar. Hoy me centraré en los dos últimos aspectos.

La colocación de los participantes en la sala no solo nos da pistas sobre su actitud o el tipo de relación que tienen entre ellos, también nos permite gestionar aspectos muy importantes de las dinámicas que en esa geografía el equipo de aprendizaje establecerá. Veamos algunos ejemplos:
 
Sacar del área de confort.
Dicen los sajones que no pain no gain y lo cierto es que desde nuestra zona de confort es difícil que movilicemos grandes cambios en nuestras estructuras estándar de comportamiento. Así pues, uno de los objetivos que podemos alcanzar desde la geografía es el de facilitar que los participantes abandonen su área de confort. ¿Cómo? Permíteles que elijan el lugar donde quieran sentarse, normalmente elegirán una posición que para ellos sea cómoda, tanto en lo que a la ubicación se refiere como a los compañeros que tengan como vecinos. Una vez sentados en su zona de confort sólamente hay que cambiarles de sitio.
 
Gestionar estados.
Imagina estar ocho horas sentado en el mismo sitio, tienes muchos billetes para realizar un viaje astral en algún momento de ese intervalo. Para mantener al grupo activo gestiona el estado de sus miembros introduciendo movimiento. Así pues, ten previstas dinámicas que les hagan levantarse, caminar... En definitiva, que exista variabilidad no solo en el contenido sino también en la geografía.
 
Promover la diversidad de contactos.
Es frecuente que en un equipo de formación sus componenetes se relacionen más con aquellas personas a las que ya conocen lo que reduce el número de puntos de vista con los que se exponen. Cambia de vez en cuando la posición en el aula de tus participantes, promociona que se sienten y trabajen con personas diferentes para ampliar el mapa de contactos.
 
Divide y vencerás.
¿Y para los participantes difíciles? ¿Y si hay dos personas que están hablando todo el rato? ¿Y si uno quiere ser muy protagonista...? para situaciones de este tipo aplica el principio de divide y vencerás, con otras palabras, cambiale de ubicación, siéntale al lado de un "aliado", separa a aquéllos que están todo el rato hablando. Lo cierto es que funciona.



martes, 5 de noviembre de 2013

Aterrizando


Uno de los principales retos a los que nos enfrentamos al diseñar una acción formativa es el de que los contenidos conecten lo máximo posible con la realidad del participante y, por ende, que "compren" nuestra propuesta.
 
Algunas ideas para "aterrizar" contenidos son:
 
 
 
1.- Realizar entrevistas de pre-análisis.-
Una vez tengas una idea clara de las herramientas, ideas o técnicas a transmitir, entrevista a varios participantes tipo para cotejar su realidad, establecer los pesos de cada uno y descubrir cómo conectarlos con su día a día.
 
2.-Introducir como herramienta.-
En muchas ocasiones cuando queremos transmitir algún tipo de conocimiento o habilidad de forma monográfica ésta es percibida como algo teórico difícil de llevar a la práctica. Para este propósito resulta muy eficaz introducir la habilidad o conocimiento como una herramienta para poner en marcha un procedimiento que sí les sea cercano. Por ejemplo, si a un comercial le convocamos a un curso de asertividad es muy posible que lo perciba como algo ajeno a él. Si a esa misma persona le invitamos a un curso de "Cómo gestionar quejas en 4 pasos" e introducimos la asertividad como una herramienta para llevar a cabo uno de ellos el impacto será muy distinto.
 
3.-Busca un punto de inicio.-
Cuando tengas que implementar una secuencia genérica de actuación busca un punto de inicio en la actividad de tu público y utilízalo como anclaje para ese protocolo. Por ejemplo, si estás trabajando en un programa de Retención de clientes a partir de un modelo de acción, establece el inicio en un recibo devuelto o dos meses antes del vencimiento del servicio y desde ahí construye los pasos para cada uno de esos casos.
 
4.-¿Recetas?.-
Frecuentemente se debate sobre si es más potente explicar qués que no cómos (también conocidos como recetas). Sin entrar en dicha disyuntiva, mi experiencia me dice que la estructura de receta,  resulta muy útil para transmitir casi  cualquier tipo de conocimiento o habilidad de forma en que sea percibida por el participante como algo práctico.